"a los pocos años de haberse iniciado en la actividad del calzado, con un afluente de público cada vez mayor, un fabricante amigo le dijo a mi tío abuelo: “...Don Paco, porque no vende algunos zapatos que fabricamos en Buenos Aires...?”
Nuestra historia comienza antes de que nuestra Patria cumpliera los 100 primeros años (1910), con un grupo de inmigrantes de varias razas, entre ellas, españoles, italianos, turcos y judíos. Para ese entonces llegaba a nuestra tierra, Don Francisco de la Torre y Torres y su esposa Doña Joaquina Román Santiago , quienes habían salido de España por el puerto de Almería, desde la provincia de Jaén, plena Andalucía, hacia estas tierras de promisión, con la esperanza de trabajar y con la vista puesta al cielo. Así se sumaron a todos aquellos que continuaron la obra de engrandecer el País y crear un bienestar para sus familias. Nuestros ancestros salieron de una Europa empobrecida, donde regia un sistema monárquico perdido en la inmensidad de cientos de años, donde existía una clase dirigente y un pueblo olvidado, que poco a poco buscaba nuevos horizontes ya sea en sus naciones o como tantos miles en nuevas tierras, especialmente en América del Sur.
Estos inmigrantes cargados de optimismo, se instalaron en Paraná, entre las calles San Martín y Montevideo, como zapatería y fabricación artesanal de calzado, y le pusieron de nombre “La esperanza”. A los pocos años de haberse iniciado en la actividad, con un afluente de público cada vez mayor, un fabricante amigo le dijo a mi tío abuelo: “...Don Paco, porque no vende algunos zapatos que fabricamos en Buenos Aires...?”, y así poco a poco comenzaron con la venta de calzado, dejando la fabricación artesanal solo para pedidos especiales. Años duros en nuestro mundo, la Primera Guerra Mundial, precipita a estos inmigrantes a que en el año 1920 viajaran a España en busca de un sobrino al cual habían dejado de niño, mi padre, José Maria Benítez, a quien le habían prometido buscar y traer a la Argentina. Con mi padre en la Argentina, y sus deseos de trabajo y progreso, en el año 1921, mudan la antigua casa de calzados a la calles Paraguay y San Martín, y la fuerza de los acontecimientos hacen que en el año 1930 se trasladara nuevamente a calle San Martín 1117/19, y en el año 1933 comprara su primera propiedad frente a dicho local, el hoy San Martín 1124, en el ayer con el num. 516.
Así empieza la rueda de la Firma de la Torre y Benítez que en el año 1939 se disuelve por retiro del fundador, el Sr. De la Torre, y acompaña a mi padre en esta nueva etapa el joven, Albino Terpin. En el año 1946 se retira el señor Terpin, y luego de unos años ingresa de puro derecho el que escribe estas memorias: José María Benítez (h). Bueno para que hablar: ya en el año 1969 se remodela el local de San Martín 1124, y en los años 1972 a 1975 se incorporan mis hijos, José Luis Benítez y Luis Femando Benítez, actual presidente de la firma, previamente al ingreso de mis hijos se había inaugurado el primer Calzado Centro - Gualeguaychú y San Martín, y así sucesivamente y en el tiempo, tenemos en el año1980 la inauguración de Calzados Centro n° 2— En el año 1989 se inaugura el 2° Calzados Beter , lo que luego fue Centro 3° y en el año 1992 se inaugura Calzados Beter Hombre, y a la vez se compra el fondo de Comercio de la Marroquinería y bijouterie Korman (ubicada en calle Urquiza). Posteriormente en el año 1994 en calle San Marín 1119 se inaugura la Zapatería y ropería de niños. Con el animo siempre dispuesto a organizar un gran Centro de Compras de calzados, marroquinería, valijeria , medias y demás, se construyen en San Martín 838 , pleno corazón céntrico Calzados Beter-Korman causando un gran impacto por sus dimensiones y alto estilo arquitectónico, y en su parte superior un depósito de amplias dimensiones. Al año siguiente (1997) se concreta la primera casa de Línea Sport— San Martín y Venezuela (EX Ángelo Paolo) complementada luego con una sucursal del mismo tipo en San Martín 848. Sumamos a este esfuerzo la constante adaptación y adecuación a los requerimientos tecnológicos incorporando la más alta tecnología en telecomunicaciones, con una potente red que intercomunica todas y cada una de las sucursales.
Con nosotros y siendo parte del esfuerzo realizado, nos han acompañado numerosos empleados, renovados durante el tiempo, con un plantel importante dentro de las más vastas gamas de tareas.— Como siempre decimos desde aquellos primeros días; una nueva generación le da mayor impulso a la empresa, ejemplo de la actual que me acompaña y futuros dueños de ella, quienes tendrán que formar otras nuevas para seguir el derrotero, y como aquellos allá lejos cargados de ganas de trabajar y mirando al Cielo, donde Dios nos ha bendecido, no olvidemos que al final del camino, lo que vale es lo que llevamos en nuestro corazón, y esto es muy difícil de comprender si no tenemos un camino y una esperanza.
José María Benítez (h)
